Datos básicos
Clasificación: Turismo activo
Clase: Rutas en Asturias
Tipo: Senderos de pequeño recorrido
Comunidad autónoma: Principado de Asturias
Provincia: Asturias
Municipio: Ponga
Parroquia: San Juan De Beleño
Entidad: Beleño
Comarca: Comarca del Oriente de Asturias
Zona: Oriente de Asturias
Situación: Montaña de Asturias
Código postal: 33557
Cómo llegar: PR AS-181. Ruta La Foz de los Andamios
Dirección digital: 8CMP5RQP+RF
PR AS-181. Ruta La Foz de los Andamios
Descripción:
Esta ruta está calificada como «Senderos de Pequeño Recorrido»
- Itinerario: Collado Llomena - Les Bedules - Granceno - Carretera Viboli - Puente Agüera.
- Distancia: 13,440 km.
- Duración: 3 h.
- Grado de dificultad: fácil.
- Punto de partida: Collada de Llomena.
- Punto de llegada: Puente Agüera.
- Desnivel máximo en bajada: 849 m.
- Desnivel máximo en subida: 285 m.
- Tipo de recorrido: travesía.
INTRODUCCIÓN
Ponga, entre el bosque y la peña
El Parque Natural de Ponga ocupa toda la superficie del propio concejo, que alcanza los 206 kilómetros cuadrados. Por toda su orografía se descubren un conjunto de valores naturales de inagotable variedad y belleza apenas violada por el hombre. El paisaje pongueto se dibuja entre profundos barrancos horadados por virginales ríos que descienden anárquicamente desde las altas cotas custodiadas por las quebradas montañas de estructura caliza. Sus albas agujas apuntan al cielo surgiendo de la maraña vegetal que tapiza las colladas y laderas de sus montañas. Ponga constituye también un santuario natural que se enriquece con las muestras de su arquitectura popular repartidas por las viviendas tradicionales, los típicos hórreos de dos aguadas, las vetustas cabañas campesinas y sobremanera el trato de sus gentes, conservando las costumbres y tradiciones ancestrales de un pasado histórico y fecundo que aún pervive.
La orografía del Parque Natural de Ponga es tan complicada que se asemeja a la huella que deja un papel estrujado, y su enorme masa caliza, distribuida por el rosario de sierras y cordales, constituye atalayas desde donde el senderista se asoma al bosque del Peloño, a la Copa del Tiatordos, Valle Moru, la Foz de La Corina, Los Andamios, El Candanu, Ventaniella, La Escalada, Tolivia, desfiladero de Los Beyos... Ponga es, pues, un territorio que merece la pena recorrer paso a paso, bien sea con la práctica del senderismo y BTT, recreándose con los atractivos naturales, históricos y culturales que ofrece su Parque Natural.
Descripción de la ruta
Una vez llegado a San Juan de Beleño [capital del concejo o municipio asturiano de Ponga], hemos de tomar la carretera PO-2, yéndonos a la izquierda con sentido septentrional superando una subida de unos 3 km hasta coronar en la collada de Llomena (cota 990 m), donde aparcamos el vehículo.
En Llomena y ante el crucero de rutas, optamos por dirigirnos al Este abordando una pista de tierra que está perfectamente señalizada. De manera ondulante avanzamos en medio de un paraje que constituye el balcón natural hacia las montañas del Cornión y el cordal de Ponga. Se continúa por esta pista bordeando helechos, fresnos y acebos, encontrándonos al poco con un camino a la derecha que se dirige hacia atrás y que obviamos. Siguiendo por el camino principal, llegaremos a otro cruce ubicado en una pequeña campera, donde existe una desviación a la derecha. Después, se continúa por el camino que traíamos, el cual directamente nos conduce a la majada de Les Bedules.
En este lugar se descubre la peña Salón, el picu Pierzu, el gran valle del Ponga entre Taranes y La Llambria, así como las cimas del Cornión. En Les Bedules nos encontramos también con un monolito de piedra y con una pista hormigonada a la derecha que procede del Cabañón.
Abordando el camino de la izquierda se encuentra a los pocos metros una fuente donde rellenar la cantimplora, ya que hasta Granceno no encontramos otro lugar en el que repostar agua. La pista se ensancha introduciéndose en el bosque sin perder altura. En este tramo podemos contemplar el hayedo en todo su esplendor y, con un poco de suerte, encontrarnos con algunos de sus múltiples ejemplares faunísticos. Al cabo de una hora aproximadamente se llega a la collada de Granceno (punto más alto del recorrido). Constituye una pequeña campera que delimita la Reserva Natural Parcial de Peloño. Se localiza en el lugar un pequeño abrevadero, como también una cabaña. Aquí merece la pena asomarnos al bosque y contemplarlo en toda su magnitud con el cortejo de montañas que asoman en el horizonte, como son los picos la Mora, peña Prieta, Pozúa y peña Ten, entre otros.
El hayedo de Peloño es uno de los más extensos y mejor conservados. Catalogado hoy como Reserva Natural Parcial, no en vano en sus más de 1.000 hectáreas de superficie se cuenta con ejemplares centenarios de árboles, entre los que campean en ocasiones el oso pardo cantábrico y el lobo. Completan el catálogo faunístico corzos, jabalíes, rebecos, venados, rapaces diurnas y nocturnas, urogallo y pito negro, entre otras especies.
El bosque que tapiza el monte Peloño está enmarcado dentro de los límites naturales de la gran depresión circular que forman El Rasu (1.617 m) al norte, Pileñes (2.021 m) al sur, Sen de los Mulos (1.056 m) al este y el Colláu Zorro (1.845 m) al oeste. La hidrografía está protagonizada por los cursos de agua que forman el río Canalita o Canalina, que vierte sus aguas al río Mojizo, afluente del Sella.
En este lugar la ruta da un giro brusco a la izquierda tomando el camino que desciende precipitadamente a partir de la cuadra más próxima, soslayando el desvío del collado Viances que marcha en dirección al pico Sen de Mules. A partir de este punto la ruta inicia un fuerte descenso por zonas donde los prados se entremezclan con las hayas. Nos acompaña el runruneo de las aguas del arroyo del Cándanu, enmascarado por la tupida vegetación que lo cubre. A la sombra del mismo avanzamos siempre por el camino principal, que a veces parece un túnel merced a las ramas de las hayas que apenas dejan el sol, conectamos con la pista asfaltada que comunica Viboli y puente Agüera en un punto distante apenas 200 metros del primero. Aquí se toma la pista hacia la derecha que prolonga el descenso y nos introducimos seguidamente en el desfiladero del Cándanu, por donde el río y la pista cabalgan juntos y en paralelo por la pequeña abertura que ejercen las paredes que sostienen los picos peña Salón y peña Subes, respectivamente. A partir de aquí la carretera franquea la peña excavando la roca a manera de un semitúnel por la margen derecha del río. El agua, protagonista de este paisaje, muestra sus encantos con la sucesión de cascadas que penden de las paredes del barranco. Observamos una muy especial que está totalmente recubierta por musgo a semejanza de un panal de miel, donde el agua se mece sobre él para dejarse caer al río. Más adelante llegamos al cruce de La Sota, donde arranca el desvío a Casielles y seguidamente nos introducimos en la Foz de los Andamios, de las mismas características que la anterior. Siguiendo su curso, muy pronto nos presentamos en el puente de Agüera, lugar enclavado en el corazón del desfiladero de los Beyos por donde discurre el río Sella y la carretera nacional 625. Damos aquí por finalizada esta bella ruta senderista.
RECOMENDACIONES
Normas de comportamiento en el medio rural
La virtud del senderismo, además de brindar la oportunidad de conocer un nuevo territorio, su paisaje y paisanaje, debe practicarse con pleno respeto al medio natural. El contacto con el entorno que nos rodea es permanente y los caminos y senderos, parte integrante del mismo, deben constituir la herramienta fundamental para adentrarse con sumo respeto en el mundo mágico de la naturaleza.
Para mejorar su conservación, existe una serie de NORMAS educativas que deberían respetarse:
- Planificar las excursiones conforme a las previsiones meteorológicas.
- Ir provistos siempre de un mapa o croquis de la ruta a seguir.
- El equipo para caminar deberá cumplir su función con la actividad prevista, en cuanto a duración y condiciones meteorológicas, teniendo previsto los posibles cambios bruscos del tiempo.
- Nunca iniciar una excursión con niebla, si no se conoce el camino perfectamente.
- Bajo ningún concepto se debe arrojar al suelo ningún tipo de basura. Para tal caso ha de llevarse una bolsa para la recogida de los desperdicios.
- No hacer fuego en el monte, lo que puede producir un riesgo de incendio.
- Respetar el trazado de los caminos y no utilizar los atajos, sobre todo en zonas más sensibles a la erosión.
- Respetar las propiedades y costumbres de los lugareños, cuidando el cierre de los cercados.
- Los perros acompañantes deberán ir atados para no molestar a la fauna y el ganado.
- Han de respetarse las fuentes y los cursos del agua, así como la flora y fauna.
- No acampar por libre; hacerlo en los lugares de acampada oficial.
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Referencia
L4F4LQ0 I2D7Q73 2WL9544 MRWS671
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